Logotipo de la Asociación Cultural Kelatza

Fauna

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  El cangrejo de río

     El cangrejo de río autóctono ibérico (Austropotarnobius pallipes) es una de las joyas que habitan nuestro término ya que en los últimos años viene notándose una gran escasez en toda España; está en franca extinción y de ahí que podamos considerarnos afortunados de tener algunos arroyos como el Mesto, donde se dan todas las circunstancias para que puedan vivir y reproducirse. 

     Animal de hábitos nocturnos, escapa de luz del día debajo de ribazos o piedras, se alimenta prácticamente de todo lo que esté a su alcance. 

     Su reproducción comienza a principios del otoño, los machos en celo adultos persiguen a las hembras y las fecundan, después las abandonarán hasta un siguiente año. 

     Desde la A. C. Kelatza queremos hacer un llamamiento para que esta especie única no sea perseguida furtivamente, ni para uso de cazuela, ni caprichoso, como en las batidas que en los últimos años todos saben vienen padeciendo, dejando nuestra población tan castigada que en pocos años no nos gustaría tener que lamentar su desaparición. 

P.P.R.

El ardacho

     Con las primeras luces de una mañana de primavera partimos hacia las Pinturas bien provistos de pitanza. De repente uno de nosotros contempla una bella estampa; desafiante, mirando al cielo un animal de verde color absorbe los rayos del sol al pie de una aliaga, es inconfundible.: "¡Un ardacho!", gritamos. 

     El "Ardacho" como es conocido por nosotros, Lagarto Ocelado (Lacerta Lepida) o variaciones según provincias, es el más grande de los reptiles europeos. Pueden llegar hasta 90 cm. en los adultos, aunque 50 ó 60 cm. es lo más normal que alcancen. 

     Aquí en el pueblo, al igual que en la mayor parte de España con clima mediterráneo, encuentran zonas bien soleadas, de pedregales y vegetación de secano que son un paraíso para ellos. 

     Los ardachos permanecen inactivos en sus madrigueras en invierno y a medida que los días se alargan vuelven a sus labores habituales en defensa de su territorio del que nunca suelen alejarse más de cincuenta metros. 

     Su dieta es omnívora, comen de todo, basándose en insectos, roedores, pajarillos, etc. 

     Ponen de  6 a 22 huevos alargados. Las crías desde pequeñas tendrán que acostumbrarse escapar de los ataques de águilas, culebras, zorros y, cómo no, de los humanos. Por este motivo ha desarrollado un sistema de escape despojándose de la cola que entretendrá a su enemigo mientras huye y si esto no funciona se defenderá con sus fuertes mandíbulas mordiendo con fiereza hasta el agotamiento. 
 
 

  

La perdiz

     Con la apertura de la veda de caza allá por el mes de octubre, la perdiz roja se convierte en la presa más deseada por los cazadores de nuestro pueblo y del resto de la comarca. 

     La perdiz roja se distingue de otras especies por el color rojo de sus patas y de su pico; además, la parte superior de su cabeza hacia el pico es de color gris y el resto, castaño. Su peso cuando es adulta ronda el medio kilo y su carne es muy apetitosa. 

     Esta ave se distribuye por toda la península ibérica. Su zona de hábitat preferida es aquélla en la que alternan zonas de matorrales con eriales y con pequeñas extensiones de cultivo, como olivares, viñedos y cereales de secano (trigo, cebada, etc.). 

     Su alimentación de adulta es básicamente vegetal, pero cuando es un pollo su dieta se compone casi exclusivamente de insectos, arañas y otros pequeños artrópodos. 

     Tiene una variada gama de predadores, desde reptiles como el ardacho y la culebra pasando por rapaces (águila real, águila perdicera), y mamíferos, entre los que se encuentra el hombre, por su actividad cinegética. 
 

Halcón peregrino  

 

     En las paredes verticales por donde transcurre el río Cabriel en nuestro término, se puede escuchar y observar a esta ave rapaz, sobre todo en la época de cría entre los meses de Marzo y Mayo, ya que es en estos lugares donde se reproduce. 

     El Halcón peregrino (Falco peregrinus) es una ave de la familia de los falcónidos. De unos 40 cm de longitud total y un peso que ronda los 500 gramos en el macho y los 800 en la hembra, cuerpo musculoso, cola corta y alas largas y afiladas con lo que consigue alcanzar grandes velocidades de hasta 400 kms/h en vuelo picado. 

     La cabeza es redonda y maciza de color pizarra oscura, posee un bigote ancho y oscuro a ambos lados del pico que llega al cuello. Ojos castaños bordeados por una línea amarilla, pico corto y fuerte con un diente en la parte superior para romper las vértebras cervicales de sus presas. 

     Cuello claro, dorso gris azulado con bandas horizontales, la parte de abajo más clara con estrías oscuras. Patas y garras amarillas, estas últimas formadas por grandes dedos y acabadas en uñas afiladas para el mejor agarre de las aves. La hembra es un tercio mayor que el macho. 

     Vive en todo tipo de terrenos abiertos, prefiriendo las oquedades en los roquedos, riscos y acantilados para criar. Esto ocurre en la primavera y la hembra pone entre 3 y 5 huevos con manchas pardas sobre fondo claro. La incubación dura entre 28 y 30 días y es realizada por la hembra aunque el macho también ayuda cuanto esta sale a lavarse o a comer; los pollos son blanquecinos y a los dos meses saben volar por sí solos, pero aguantan unos meses más con los padres para perfeccionar las técnicas de caza. 

     Su alimentación es ornitófaga (pájaros) y la técnica que emplean es la de atacar a las aves desde gran altura con las alas pegadas al cuerpo, en picado oblicuo y a una gran velocidad, con la que contacta contra los pájaros tirándolos al suelo y una vez allí dándoles un certero picotazo en las vértebras cervicales. 

J. J. R. R.

Águila perdicera

Entre la fauna existente en nuestro pueblo sólo hay una catalogada como en peligro de extinción y además es una de las más odiadas por los cazadores, debido a su nombre, ya que es la "culpable" de lo bajos niveles poblacionales de la perdiz; me estoy refiriendo al águila perdicera.

Aunque no es de las más grandes de las águilas que habitan en la península Ibérica, su tamaño se pude considerar grande llegando al metro y medio de envergadura y sobre los dos kilos de peso. De cabeza pequeña y ojos proporcionalmente grandes, con respecto a ésta, y de color amarillo con un pico curvado y fuerte. El tono predominante del dorso es el marrón oscuro con pequeñas manchas blancas. Las patas son musculosas y están emplumadas hasta los dedos, los cuales son amarillos y acabados en unas uñas negras, arqueadas y aceradas con el fin de sujetar bien la captura.

Se encuentra normalmente en sierras, gargantas, zonas abruptas y laderas de montaña, y en época de cría buscan grietas y oquedades de grandes cortados los cuales son tapizados con acículas de pino o ramitas, que ocurre por el mes de marzo. La hembra pone normalmente 2 huevos, incubándolos ellas mientras el macho se dedica a buscar comida. Pasados 42 ó 43 días de la puesta nacen los polluelos cubiertos de un plumón blanco, después de 45 días ya están emplumados y saben comer solos; y a los dos meses vuelan abandonando a los padres al cuarto mes de vida.

En cuanto a la alimentación, por sus fuertes ganas, vigoroso pico, magnífica visión y su vuelo ágil y poderoso, puede dar caza a una amplia gama de presas entre las que destacan aves como palomas, perdices, cuervos...; mamíferos de pequeño y mediano tamaño como conejos.

En vuelo se le puede conocer por sus estrechas y redondeadas alas y por el color blanquecino de su pecho y parte de las alas en contraste con el negro de los extremos de las alas y cola.

Por último informar a todos los enemigos de esta ave que todas aquellas actuaciones con intención solamente de molestarla pueden suponer una multa de más de 6.000 euros (un millón de las antiguas pesetas).

J. J. R. R.

 

La víbora

 

Entre la fauna de nuestro pueblo, hay algunos animales a los que se les tiene respeto por no decir miedo, y entre éstas tenemos a la víbora, cuyo ataque no mortal puede resultar muy peligroso por el veneno que contienen sus dientes. Y buena fama tiene que tener, cuando su nombre es utilizado por paisanos y vecinos, para definir a alguien como maleducado o maldiciente.

La víbora (Vipera latastei), es un reptil que alcanza los 70 centímetros aproximadamente y que se caracteriza por tener la cabeza bien diferenciada del cuerpo, de forma triangular, de un color grisáceo con el hocico levantado formando una especie de cuerno, y con las pupilas en posición vertical (rasgo que las diferencia de las culebras). El cuerpo es grueso, cilíndrico y de coloración parda, en el que destacan unas manchas oscuras en forma de rombos solapándose unas con otras y describiendo en general un dibujo en zig-zag. Por contra, el vientre es claro y la cola es corta.

La alimentación en el primer año es a base de artrópodos (insectos, coleópteros, arañas,...) y lagartijas, pasando a lagartos, pequeños roedores y pollos de aves en su madurez. La víbora espera al paso de su presa para lanzar su tercio superior del cuerpo sobre ésta y clavarle los dientes, que hasta ese momento esperaba en reposo, para así inyectarle el veneno que acumula detrás de los ojos, luego se retirará y esperará a que la sustancia tóxica actúe sobre el sistema nervioso de su víctima y se muera, para acto seguido rastrear con su fino olfato la localización del banquete. Por el contrario, la víbora sirve de base alimenticia de culebras bastardas, águilas  culebreras y ratoneras.

El hábitat donde más a gusto se encuentra, es en los bosques claros, donde haya matorrales y los roquedos cerca de éstos, su actividad diana tiene su punto fuerte en el crepúsculo del día. Aunque de carácter tímido y huye con frecuencia ante la presencia del hombre, en contadas ocasiones cuando se ve acorralada es capaz de ser muy agresiva y atacar a sus rivales por muy grandes que sean éstos.

Llegada la primavera y después de la hibernación, que la realiza en grupo en madrigueras hechas por mamíferos, empieza a copular, y una vez realizada la copulación no expulsará los huevos sino que los incubará en el interior de su vientre (ovoviviparidad) para más tarde, en los calores del agosto dar a luz a una media de 8 viboreznos que saldrán totalmente desarrollando, e idénticos a sus padres. Una vez llega el final del verano, las víboras se desplazan a los matorrales para subirse a sus ramas y esperar a los primeros fríos para retirarse a su descanso invernal.

Aunque como se ha dicho, la picadura de víbora no es mortal, en caso de mordedura, se recomienda colocar un vendaje compresivo, tomar algo para el dolor si lo hay, y acudir al centro sanitario más próximo.

Texto: J.J.R.R.  

La trucha

 

Reina del río Cabriel desde Villar del Humo hasta su nacimiento y la atracción de cientos de pescadores que acuden a nuestro río a partir de la primavera cuando se abre la veda de la pesca, a echar el anzuelo ya sea con artes legales o ilegales.

La trucha (Salmo trutta) de la familia de los salmónidos, que se diferencia de los demás peces de la zona por poseer una aleta adiposa entre la dorsal y la caudal, es un pez de talla media, cuerpo esbelto y ágil, de coloración variable según el ambiente pero normalmente con motas negras por todo el cuerpo desde la cabeza a la aleta caudal y con una serie de pintas rojas rodeadas de un halo blanquecino en los flancos. La cabeza es robusta, la boca es ancha y bien dentada. El peso medio de las truchas es de unos 250 gramos aunque se han capturado truchas de más de 5 kilogramos, la longitud máxima que puede alcanzar es de unos 70 centímetros y una longevidad de unos 8 ó 10 años.

En lo referente a su hábitat requiere aguas claras, frías, poco o nada contaminadas y bien oxigenadas, con fondos pedregosos lo cual coincide con los tramos altos de los ríos. Durante el otoño comienza la migración hasta las zonas más altas de los ríos en busca de aguas someras con fondos de arena y grava donde de noviembre a enero la hembra con el vientre y las aletas excavará una fosa y emitirá los huevos mientras el macho que está a su lado los fecunda, después abandonarán los huevos recubriéndolos de piedrecillas. La incubación dura entre 45 y 60 días. Pasado este tiempo saldrán los alevines que alcanzarán su madurez sexual entre los 2 y 3 años. Por lo que respecta su alimentación es un animal depredador y carnívoro que se alimenta de invertebrados acuáticos del fondo del río en invierno; de insectos que caza cuando caen al agua o al vuelo saltando sobre superficie en verano; huevos; larvas e incluso de algunos peces cuando las truchas tienen un tamaño considerable.

Es un pez desconfiado que se desplaza por la noche mientras que por el día se esconde preparada para cazar con la boca contra corriente para una posible presa. Se ocultan en curvas de orillas, detrás de las piedras que rompen la corriente, en hoyos donde se originan remolinos, entre raíces sumergidas. Además son muy territoriales e incluso agresivas, los adultos no permiten la presencia de otros individuos en su cercanía.

La población de la trucha ha sufrido un descenso importante cuyas causas principales son: la contaminación genética ocasionada por repoblaciones con ejemplares foráneos que ha provocado la pérdida de la pureza de la raza autóctona, la degradación de su hábitat, la sobrepesca y el furtivismo.

 

Texto: J.J.R.R.
 

 

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