Miscelánea |
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El
término de Villar del Humo ocupa una posición privilegiada dentro de la
Península Ibérica en lo referente a su riqueza paleontológica, puesto
que su suelo esta formado en su mayor parte por rocas sedimentarias y en
muchos casos fosilíferas, y al igual que en
gran parte de la Serranía de Cuenca, se encuentra presencia de materiales
desde comienzos de la Era Secundario Mesozoico hasta la
actualidad, los últimos 200 millones de años de la historia de la
tierra.
¿Qué son los fósiles? ¿Cómo se forman? A estas y otras preguntas
espero dar respuesta con relación especial a los que aparecen en nuestro
pueblo.
Los
fósiles son restos de seres vivos antiguos que poblaron la tierra en
tiempos pasados y nos informan sobre el aspecto del organismo. Después de
la muerte de un animal, su cuerpo en general se destruye totalmente. Pero
si es enterrado rápidamente bajo el fango o la arena sus partes más
duras pueden conservarse. Por este motivo la mayoría de los animales
encontrados en estado fósil son los que vivían en el agua. Enterrados así
durante millones de años se produce un proceso de fosilificación
(sustitución de la materia orgánica por materia mineral) y el antiguo
organismo ya convertido en fósil es un elemento pétreo componente de una
roca sedimentaria. El proceso es sumamente lento y aunque a primera vista
pudiera parecer simple es en realidad complejo y difícil de analizar. Los
que se han conservado
representan sólo una mínima parte de los organismos que han existido a
lo largo de 3.000 millones de años que lleva la vida sobre la tierra. La
mayoría de la fauna y flora no ha dejado resto alguno.
Un
fósil es sólo una porción pequeña de lo que fue una vida pasada. Es
una suerte que se haya conservado y pueda ser encontrado.
El
pulpo, la sepia, el calamar, tienen a sus antepasados formando parte de
nuestras rocas y piedras pero también almejas, medusas, corales pues hace
aproximadamente 180 millones de años el mar invade el borde oriental de
la Meseta Ibérica que con el tiempo llegara a formar la Cordillera Ibérica
y que en estos momentos es una vasta plataforma marina poco profunda.
Nadie diría que en el pasado el mar cubrió este territorio hoy montañoso.
Pero así fue. Villar del Humo es un arrecife en el que proliferaba una
rica fauna de organismos marinos, sus fósiles se encuentran en rocas y
piedras que afloran en nuestro paisaje, Loma Caracolera, Peña del
Soldado, La Malena, Sabina Albal entre otros. De la mayoría de los grupos
biológicos que vivieron durante esta época se pueden encontrar fósiles
en estos lugares. Puede nombrarse algunos de ellos por su importancia
paleontológica. Las
esponjas y medusas.
Son organismos de una enorme simplicidad
estructural, su forma se asemeja a una planta con cuerpo gelatinoso,
algunas viven fijas al fondo con la cavidad hacia arriba, se han
sedimentado cayendo a un fondo marino poco agitado después de su muerte.
Sus fósiles se encuentran en forma de copa, vasija o plato siendo esta última
la más frecuente. Briozoos
o animales filtradores. Con
organismos coloniales que se alimentan de partículas orgánicas
suspendidas en el seno de agua. Algunos como los branquiópodos tienen el
caparazón formado por dos valvas que pueden cerrar completamente al
animal. Sus fósiles presentan una forma almendrada y son muy abundantes
en la Cordillera Ibérica. Moluscos
de concha tabicada. Este
grupo se encuentra representado por Ammonites y Belemnites. Apenas
se sabe nada de cómo eran sus partes blandas. Su forma es alargada en el
caso de los Belemnites precursores estos de pulpos y calamares,
probablemente su concha era interna, sus fósiles apenas miden unos centímetros
y son parecidos a balas o pequeños lapiceros. Los
Ammonites. Son
fósiles de gran importancia siendo quizá los más conocidos por los
aficionados. Su nombre proviene del Dios Amón representado en forma de
carnero por su parecido con la forma enrollada del cuerno de este animal.
Eran criaturas muy abundantes en mares tropicales, de vida libre, su
concha es externa
formando
una espiral plana muy desarrollada dividida
en cámaras. Un elemento importante es su ornamentación, un complejo
sistema de "costillas" que dan consistencia al animal sin
aumentar su peso. Su importancia radica en su gran abundancia y su
fácil identificación encontrándose por todo el mundo. Todo esto hace
que sean excelentes fósiles más que ningún otro grupo. ¿Quién no
ha tenido este fósil en la mano y ha sentido curiosidad?
También
es fácil encontrar pistas fósiles. Son las que produce el animal cuando
está vivo, son huellas de paso o arrastre, conductos, cuevas o
escondrijos, se encuentran bien representadas en las tobas, aunque estas
son mucho más recientes en el tiempo.
Los
fósiles son ante todo una guía de nuestra existencia misma a partir de
tiempos pasados en que aparece la vida en la tierra. Forman un valioso
patrimonio que nos transporta hacia el pasado como si se viajara en una máquina
del tiempo, pero son también patrimonio cultural que se incrementa, pero
que no se renueva si es destruido y con el que tenemos una
deuda, insaldable, de conservación.
A
todos nos pertenece, pero tenemos que ser conscientes de que si se extraen
de forma indiscriminada quedan rotas las páginas de la vida, que es la
corteza terrestre.
Respetar
el pauna legislación que prohíbe extraer sin permiso restos fósiles.
Ángel
Eslava y Dálila Eslava.
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